¿Quiere menos pobreza? Trate el matrimonio

La Iglesia católica ha sido una defensora incansable de la institución del matrimonio, pero nuevos estudios ahora han revelado que el matrimonio tiene poderosos beneficios aparte de las creencias basadas en la fe.

“Los sociólogos nos dicen:  ‘Quiere sacar a las personas de la pobreza?  Se necesita una mamá y un papá y una familia intacta,’” dijo el cardenal Timothy Dolan después del Sínodo de Obispos en “Los desafíos pastorales para la familia en el contexto de la evangelización” realizado en Roma el pasado mes de octubre.

Las investigaciones más recientes indican que el matrimonio y las familias intactas son un antídoto importante contra la pobreza y que realzan la estabilidad económica de la familia.

Un informe de Octubre del 2014, “En la riqueza y en la pobreza:  Cómo la familia estructura el éxito económico en América,” escrito por W. Bradford Wilcox y Robert I. Lerman, publicado por el American Enterprise Institute y el Instituto para los Estudios sobre la Familia, aseveró que: “Las descripciones habituales de la vida económica para los estadounidenses comunes y sus familias presentan un panorama de estancamiento o incluso de deterioro en medio de una creciente desigualdad de ingresos o desempleo”.

“Pero es poco común,” dice el informe, “que la conversación pública sobre la cambiante suerte económica de los estadounidenses y sus familias analice las cuestiones de la estructura familiar”.  Se trata de un “descuido importante,” dijo, porque “los cambios en la formación de la familia y la estabilidad son fundamentales para la evolución del panorama económico de las familias estadounidenses,” y “para las preocupaciones sobre la salud del sueño americano”.

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Entre las conclusiones del informe se encuentran:

  • El abandono del matrimonio – un abandono que se ha concentrado más entre los estadounidenses de bajos ingresos – desempeña un papel clave en la cambiante suerte económica de la vida familiar de los estadounidenses. 
  • Por lo menos el 32 por ciento del crecimiento en la desigualdad de los ingresos de la familia desde 1979 entre las familias con niños puede estar relacionado con la disminución en el número de estadounidenses que forman y mantienen familias casadas estables.

Otras personas que han analizado la información han descubierto resultados similares.

“Tras la crisis matrimonial se encuentra nuestra crisis en la desigualdad,” escribió Derek Thompson, editor principal de The Atlantic, en el artículo de “Cómo la crisis matrimonial en América hace que la desigualdad económica sea mucho peor”.

En el año 2012, el ingreso medio para un matrimonio donde los dos trabajaban era de $91,779, informó, mientras que el ingreso medio para un hogar encabezado por una madre soltera era solo $30,686.

“No es complicado,” escribió Thompson.  “Es la ecuación matemática más sencilla del mundo. Indica que:  dos es más que uno”.

Pero si no se abordan, los problemas empeoran. “la incidencia de familias con un solo padre y la pobreza intergeneracional se nutren entre sí,” dijo Thompson. 

Sería especialmente beneficioso para las comunidades minoritarias abordar la disparidad matrimonial. En el 2010, mientras que el 29 por ciento de los bebés de la raza blanca nacidos son hijos de madres solteras, más del 50 por ciento de los bebés hispanos y el 72 por ciento de los bebés de la raza negra nacidos son hijos de madres solteras, según Family Facts.

Dado que uno de cada seis residentes de California, o 6,1 millones de personas, viven por debajo del nivel de pobreza, según la Oficina del Censo, y que el estado tiene una población grande de minorías, fortalecer el matrimonio tendría un impacto especialmente positivo en este estado.

Por supuesto, el matrimonio importa más allá que por razones económicas. El trabajo de investigación indica que los niños que crecen en familias casadas intactas tienen mayores probabilidades de que les vaya bien en la escuela, son más saludables física y emocionalmente, y están menos propensos a consumir drogas o alcohol y a tener conductas delictivas. 

Entonces, desde el punto de vista de las políticas públicas, ya no tiene sentido ignorar los beneficios sociales y económicos de fortalecer el matrimonio. El estudio de Wilcox/Lerner propone políticas públicas y privadas para brindar apoyo al matrimonio y a la vida familiar, especialmente para los estadounidenses pobres y de la clase obrera, que han salido más afectados por el abandono del matrimonio. Sus propuestas incluyen:

  • Que las políticas públicas no “dañen” al matrimonio. Los legisladores deberían eliminar o reducir las sanciones para los matrimonios, incorporadas en muchas de las políticas fiscales y de traspaso de la nación, diseñadas para servir a los estadounidenses de bajos ingresos y a sus familias.
  • El crédito fiscal por hijo debería aumentar, y se debería expandir la formación profesional para mejorar las posibilidades de trabajo para los adultos jóvenes con menos formación.
  • Las instituciones cívicas, conjuntamente con socios del sector privado y público, deberían lanzar una campaña nacional para enfatizar las maneras en que los niños tienen mayores probabilidades de florecer cuando nacen en familias de padres casados que han establecido una base económica segura.

Más matrimonios podrían ser el mejor camino para que haya menos pobreza.

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